Mucho se ha debatido estos últimos años sobre el recorrido
de La Vuelta a España. Unos a favor y otros en contra argumentan sus opiniones.
En este artículo me gustaría analizar, de la forma más objetiva posible, si el
cambio que ha sufrido la ronda española ha sido a mejor o a peor.
Los cuatro actores principales que influyen en el trazado de
la carrera, aunque no los únicos, son los organizadores, los patrocinadores,
los espectadores y los propios ciclistas. Para la realización de este artículo
nos vamos a centrar en los dos actores que quizás tengan más influencia sobre el
recorrido de una gran vuelta, los patrocinadores y los espectadores.
Este razonamiento parece dejar fuera al actor principal en
este deporte, el ciclista. Pero en cierta forma, independientemente de las
opiniones personales, sobre todo en el tema de la seguridad, el ciclista guarda
cierta sintonía con el parecer de los patrocinadores que sustentan su equipo. Al
fin y al cabo, visto desde el punto de vista laboral, son trabajadores. Aunque
no hay que olvidar que cuanto más espectacular es una carrera, más se valora
una victoria en la misma, y por lo tanto, el corredor afrontará una competición
así con mayor aliciente.
Si la carrera es atractiva y tiene mucha audiencia, habrá
más equipos (con sus patrocinadores) que querrán acudir a la competición. Del
mismo modo, con una buena participación, los patrocinadores de la carrera
también estarán contentos ya que el efecto que produce dicha participación dará
más visibilidad a su marca. Ante este contexto, los organizadores buscarán la
máxima espectacularidad posible para atraer al público y a los patrocinadores,
produciéndose una retroalimentación que hace crecer la carrera. El equilibrio entre las demandas y necesidades de todos los
actores es el objetivo de los organizadores.
Dicho esto, vamos a centrarnos en los patrocinadores y los
espectadores. Para ello he elegido dos factores para cada a uno de los actores con
el fin de medir de forma objetiva si el nuevo formato de La Vuelta a España
agrada a unos y a otros.
PATROCINADORES
Victorias de etapa
La victoria final de una Vuelta a España está al alcance de
pocos equipos. En general, lo que buscan la mayoría de formaciones en una
competición es una victoria de etapa. Por lo tanto, en una carrera de tres
semanas, cuantos más equipos consigan victorias de etapa más patrocinadores quedarán
satisfechos.
He elegido los
últimos 18 años para poder tener una visión amplia de cómo ha cambiado el
número de equipos que han conseguido victoria de etapa en cada edición de la
Vuelta a España. Veamos que ocurre.
(La línea negra que aparece en todas las gráficas nos
informa de la tendencia lineal que presenta la gráfica)
Como vemos en la gráfica, la línea ascendente nos muestra
como el número de equipos que consiguen victoria en la Vuelta a España tiende a
aumentar. Participar en una carrera donde las probabilidades de conseguir una
etapa son altas es bueno para los equipos. Los patrocinadores aumentan sus
posibilidades de ver su nombre en lo alto del podio cada día. Todo esto
repercute además sobre la competitividad y por consiguiente, sobre el
espectáculo. A su vez, los corredores de forma individual ven más viable la victoria
en una carrera así.
Maillot Rojo
Otro factor es el número
de equipos que consiguen llevar el maillot rojo en una misma edición. Cuantos
más equipos se vistan de líderes más rentable, publicitariamente hablando, será
la carrera.
En esta gráfica encontramos la misma tendencia ascendente
que en la anterior. Si bien más sutil, el número de equipos que llevan el rojo
parece haber ido creciendo. Aunque en las dos últimas ediciones parece que esta tendencia disminuye.
ESPECTADORES
Desde el punto de vista del espectador, son otros parámetros
lo que hacen atractiva una vuelta de tres semanas. Básicamente, es la emoción y
la rivalidad lo que enganchan al aficionado a la pantalla del
televisor. Por supuesto, el cartel de corredores participantes es determinante,
pero como vimos al inicio del artículo, los grandes nombres llegan como
consecuencia de todo lo que estamos analizando.
Cambios de liderato
Veamos en primer lugar cuántos cambios de liderato se han
producido por edición. No hablamos ahora de cuántos equipos o ciclistas han
llevado el maillot rojo sino cuántas veces el maillot rojo ha cambiado de
corredor en una misma edición.
Puede verse de forma evidente cómo el jersey de líder ha
estado más disputado con el paso de los años. Esto hace que la atención del
espectador sobre la carrera aumente. Cualquier día puede pasar algo, cualquier
día puede cambiar el líder, por lo tanto, todos los días son interesantes. La edición de 2017, con un dominio claro de Froome y el Sky desmaquillan esta gráfica a la espera de ver lo que ocurre esta temporada.
Tiempo entre el primero y el segundo
El segundo parámetro que hemos querido estudiar es el tiempo entre el primer clasificado de la general y el segundo al finalizar
Vuelta. Cuanto menos tiempo exista entre ambos, más reñida habrá estado la
carrera hasta el último día.
En este caso, la tendencia descendente sería la que nos
hablaría de una menor distancia entre el primer y el segundo clasificado, y la
que nos confirmaría nuestra tesis. Como podemos ver, así ocurre, a lo largo de
los últimos 18 años esta distancia ha ido disminuyendo. Como ocurría en el parámetro
anterior, el espectador no quiere perderse la carrera porque algo puede ocurrir
en cualquier etapa. Igual que ocurría en la gráfica anterior, la superioridad de Froome rompen un poco la tendencia que se venía dando en La Vuelta.
Conclusión
Conclusión
Los cuatros factores que hemos analizado en este artículo
influyen sobre la valoración que los diferentes actores hacen sobre la carrera.
Cada parámetro lo hace en mayor o menor medida, pero la combinación de todos
ellos nos muestra claramente el crecimiento de la Vuelta a España como carrera.
Los ejemplos que ilustran mejor lo que estamos mostrando
aquí son las ediciones de 2013 y 2015, en las cuales vencieron Chris Horner y
Fabio Aru respectivamente. Baten records en cuanto a cambios de liderato y
menor distancia entre el vencedor y el segundo clasificado. Además de tener
buenos registros en cuanto a equipos que se llevan victorias de etapa y equipos
que portan el maillot de líder. Fueron ediciones muy abiertas y disputadas.
Esto hace grande a la carrera. Bien es cierto, que los lectores de esta
publicación, en su mayoría son españoles y tienen mayor recuerdo de la lucha de
2012 entre Contador, Joaquín Rodriguez y Valverde, pero no todos los
espectadores eran españoles, ni los tres equipos a los que representaban estos
tres corredores eran la totalidad de patrocinadores presentes en carrera.
Podemos decir que las ediciones de 2013 y 2015 contribuyeron especialmente a hacer
grande La Vuelta a España, y entre otras cosas, hicieron posible que en
2016 disfrutáramos de un cartel envidiable que nos regaló el gran duelo
tan esperado entre Nairo Quintana y Chris Froome. En 2017 volveremos encontrarnos ante un cartel envidiable de participantes que nada tiene que envidiar a las otras dos grandes carreras de la temporada.
Aunque existen otros muchos factores que se podrían
analizar, éstos ya nos dan una idea objetiva sobre si la organización ha tenido
éxito en su cambio de dirección o no. Tanto patrocinadores como espectadores
salen ganando con este nuevo formato de carrera. Esta nueva Vuelta a España es
una ronda más ajustada y emocionante para el espectador y una carrera donde más
equipos consiguen resultados y por lo tanto publicidad.
El gran reto de los organizadores será contentar a los ciclistas,
quienes más han cuestionado los recorridos. No tanto por el recorrido sino por
la seguridad de determinados trazados de algunas etapas. También hay que decir
a favor de los organizadores, y con esto no tengo intención ni interés en defenderles,
que en otras carreras existen tramos también peligrosos como el pavé, el
sterrato, etc…y sin embargo se les llama ciclismo clásico. ¿Se convertirán
estos finales “trampa” en el sello de la Vuelta a España? Solo el tiempo podrá darnos
la respuesta.
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