miércoles, 27 de abril de 2016

Belén López y Paula González

CARLOS VILLALBA

Maratón y ciclismo en ruta, dos pruebas deportivas con muchas cosas en común. Paula González en representación de la primera y Belén López de la segunda, conversan sobre estos deportes de fondo que no juegan en las mismas condiciones que sus homólogos de la categoría masculina pero que sin embargo, ellas los mantienen en el más alto nivel.

Pregunta Belén, responde Paula:

He visto que has conseguido la clasificación para los Juegos Olímpicos de Rio. Supongo que habrás entrenado muy duro para conseguirlo pero, ¿cuál crees que ha sido el aspecto que más has mejorado y que te ha permitido alcanzar ese objetivo?


Este año tenemos el aliciente de los Juegos Olímpicos y la motivación respecto a otras temporadas ha sido una de las claves para afrontar los entrenamientos. Me marqué un objetivo muy grande, luchar por un puesto para representar a España en la gran cita, y el hecho de preparar una distancia nueva, hizo que cada día me levantara con más ganas.

¿Cómo ha sido el paso de correr carreras de menor distancia a correr un maratón y por qué has cambiado de modalidad?

El paso ha sido muy positivo y satisfactorio. El año pasado, tras correr el Campeonato de Europa de Cross, tuve una rotura parcial del tendón de Aquiles que me impidió correr durante dos meses. Cuando retomamos los entrenamientos, tanto mi entrenador como yo, nos sentamos, vimos el calendario de pruebas y decidimos apostar por la ruta. Quedé encantada con la experiencia y ahí comenzó mi andadura en el asfalto.

¿Realmente existe ese muro psicológico que dicen que hay a los 30km de un maratón? ¿Qué le aconsejarías a la gente para afrontarlo mejor?

Yo tuve la suerte de vivir la parte dulce de la Maratón y no me topé con ese muro del que tanto habla la gente. ¿Cómo afrontarlo? No soy la más indicada para dar consejos, puesto que solo me he enfrentado una vez a esta distancia.
Lo que pensé antes de la carrera de Sevilla fue “Paula, si te da el bajón, piensa en cosas positivas, eso hará que desvíes tu atención”

Nuestros deportes, por desgracia, están marcados por varios escándalos famosos de dopaje. ¿Cómo ha afectado desde dentro alguno de esos casos? ¿Has notado mayor control por parte de las agencias? ¿Qué medidas tomarías para intentar disminuir los casos de dopaje en el deporte en general?

Por desgracia son muchos los escándalos en los que se ha visto envuelto en este caso el atletismo.
Atletas que se han quedado fuera de una selección, que se han visto privados de ayudas y medallas en los campeonatos e incluso atletas que después de no sé cuantos años, se ven con una medalla de un campeonato internacional. Quién les devuelve ese momento de disfrutar, de oír el himno nacional...
En España, con el gran trabajo que está realizando la AEPSAD, sí que veo cambios positivos.
Con el dopaje, tolerancia cero. La mayor medida que tomaría sería suspensión de por vida. No deberían existir las segundas oportunidades, no confío en que aquellos que lo han hecho una vez, regresen y no lo hagan una segunda.

¿Cuál es la carrera que guardas en un rincón de tu memoria con mayor emoción?

Sin duda alguna, el Campeonato de España de Maratón. No sólo por el resultado, sino por el remolino de sensaciones que pude vivir tras cruzar la línea de meta.

Pregunta Paula, responde Belén:

¿Por qué elegiste el ciclismo y no otro deporte?

Pues no sé, me gustaba coger la bici. Mi padre jugaba al tenis y nos apuntó a mis hermanos y a mí al club, pero no duramos mucho. Yo tenía cinco o seis años y sólo recuerdo haber dado un par de clases. Después, como mi hermano estaba en kárate y nos gustaban las Tortugas Ninja, pues le dije a mi padre que me apuntase con él, pero claro, él ya tenía los nunchacos y yo me dedicaba a dar puñetazos al aire, entonces me enfadaba porque yo quería hacer lo mismo que los mayores, pero no me dejaban, así que me aburrí en un par de semanas. Al mismo tiempo mi hermana mayor estaba en clases de ballet y a mi madre se le ocurrió la magnífica idea de apuntarme con ella, pero en cuanto vi el tutú, salí corriendo. Viendo que le cogía la bici a mi hermano y me tiraba pinar hacia abajo, mi madre se acercó al club ciclista del pueblo y me apuntó. Probé, me gustó y me quedé. Así que fue un poco, ensayo-error hasta dar con la tecla.

Si no fueras ciclista, ¿qué te hubiera gustado ser?

Otra de las series de dibujos que me gustaban cuando era pequeña, era Campeones (Oliver y Benji), así que me atraía bastante jugar al fútbol, pero en el club de mi pueblo parecía que no iba a hacer mucha gracia que una niña jugase al fútbol con los niños. Así que me hubiese gustado jugar al fútbol, es más, estando en la facultad de Biología, me apunté al equipo de futbol sala y ganamos la Copa SADUS ese año (yo marqué uno de los goles que nos hizo ganar)

¿Cuál ha sido el mejor momento de tu carrera deportiva?

Sin lugar a dudas fue la temporada 2013. Ese año me quedé en el paro por los recortes en educación (soy profesora de secundaria) y como no tenía nada mejor que hacer, pues me tomé la bici en serio y la verdad es que tuve buenos resultados tanto a nivel nacional como internacional. Ese mismo año, en septiembre, me volvieron a llamar para trabajar y no he podido alcanzar ese mismo nivel ni de lejos.

¿Cuántos kilómetros haces al día aproximadamente y cuál la vez que más hiciste?

Realmente depende del día, porque no todos los días hago el mismo tipo de entrenamiento ni dispongo del mismo tiempo entre semana que durante el fin de semana. Pero bueno, como mínimo unos 40-50 para soltar piernas y como máximo 120-130. La vez que más hice fue el año pasado en Garrucha (Almería) donde salieron 167km.

¿Crees que en el ciclismo se valora igual a la mujer y al hombre?

Ni de coña. Sólo hay que ver la repercusión que tiene en televisión, por no hablar de los premios de carrera. En cuanto a sueldos ya ni te cuento, aunque por desgracia esto no sólo ocurre en ciclismo. Hay mucho que mejorar a nivel nacional en cuanto a deporte femenino e igualdad en todos los aspectos. Siempre se habla de los valores que transmite el deporte, pero parece que a los dirigentes se les olvida que uno de esos valores es el de la igualdad.




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