lunes, 4 de enero de 2016

Entrevista a Ander Izagirre

CARLOS VILLALBA GALÁN


Ander Izagirre cuando habla sobre él mismo, lo hace con una sola palabra "escribo". El donostiarra nació en 1976, año en el que José Luis Viejo ganaba una etapa en el Tour, consiguiendo el récord de la escapada con mayor ventaja con respecto al segundo clasificado a 22 minutos y 50 segundos. Escritor de historias humanas de todo tipo. Aquí hablaremos con él sobre su libro Plomo en los Bolsillos, formado por una serie de capítulos de la historia del Tour, de lo que se vio y de lo que no se vio.


¿Cómo empieza tu relación con el ciclismo?
En mi casa siempre ha habido afición. Recuerdo muy de crío, con ocho o nueve años, que apareció mi padre por sorpresa en la puerta de casa con una bicicleta de carreteras. El primer recuerdo que tengo fuerte, a parte de ese y en esa misma época, fue cuando mi padre me llevó al Tour en 1985. Fuimos a Luz Ardiden. Por aquel entonces, yo tenía dos ídolos, Perico Delgado y Peio Ruiz Cabestany, que además era de mi ciudad. Justo ese día iban escapados los dos. Pasó Cabestany primero por el Tourmalet, después Delgado salió detrás, fueron juntos, y acabaron ganando la etapa. Ese día me marcó. Ver a tus ídolos pasando, y encima primeros… Creo que ahí fue un poco donde empezó todo.

¿y cómo sigue esa afición?
Sigo siendo muy aficionado. Veo todas las carreras que puedo en la tele y me acerco a ver casi todos los años La Vuelta al País Vasco y el Tour de Francia. Es una pasión un poco irracional. Todos los escándalos que ha habido en el ciclismo han provocado problemas de credibilidad bastante fuertes, pero como deporte me gusta mucho y lo práctico. Soy un apasionado sin flaquear. No lo ves ahora igual que cuando tenías nueve años. Sabes que en la competición siempre hay trampa. No es que todos sean tramposos, pero si existe un elemento de trampa. Ves la competición desde una manera un poco más adulta y menos pasional, pero a mí me gusta mucho.

¿Es difícil publicar un libro de ciclismo en España?
Este libro tiene una historia un poco extraña. En realidad hubo una primera edición en 2005 que ganó el premio de literatura deportiva de MARCA. Se publicó la primera vez en 2005 con este premio que ya no existe. Luego apareció la editorial de Libros del K.O, que publica sobre todo periodismo y libros de no ficción. Les pareció un libro interesante si lo actualizaba y añadía capítulos nuevos. En mi caso fue fácil porque yo me dedicaba a escribir y publicar otras cosas. Realmente, no me dedico a escribir libros de ciclismo ni de deportes, pero les gustó a ellos y lo publicaron. Cuando yo publiqué la edición de 2012, creo que todavía no había el pequeño boom que hay ahora de editoriales de ciclismo, de web con libros de ciclismo, como Cultura Ciclista o Libros de Ruta. Ahora existe un pequeño boom incluso de revistas, cosa que me parece muy interesante. Hay un pequeño auge editorial alrededor del ciclismo. Lo que me alegra mucho y da la impresión de que sea más fácil que salgan libros.


La presentación de tu libro Plomo en los Bolsillos fue muy particular. Hiciste en bicicleta, Donosti-Madrid por etapas, para presentarlo en ambas ciudades y en lugares intermedios, ¿qué presentación harías si volvieras a escribir un libro sobre ciclismo?
La cosa fue bastante inesperada porque realmente no era un plan. Yo quería irme de Donosti a Madrid a pasar unos días tranquilos, y se nos ocurrió aprovechar para hacer presentaciones por el camino. Funcionó muy bien. Me escribía gente, se acercaba en bici y me acompañaba un tramo. Luego llegábamos a la ciudad y veíamos que los medios nos hacían mucho más caso de lo esperado, porque les parecía un poco estrambótico aquello. Entonces repetimos mucho la fórmula. Hicimos otros pequeños tours, otro Barcelona y Zaragoza, otro de Bilbao a Santander, y cada vez que hacíamos una presentación dábamos una vuelta en bici. Fue un plan muy bonito porque a la presentación normal de un libro, que es un acto un poco convencional y un poco aburrido, añadíamos el plan ciclista, que es lo que nos gusta. A mí me pareció una fórmula muy buena, no aplicable en otros libros que escribo, pero que seguiría haciéndolo porque me lo paso muy bien. Te juntas con gente de una zona que no conoces y te llevan de paseo, compartes un plan de un día, luego presentas el libro… me parece un planazo.

¿Cuál fue la chispa que te hizo sentarte a escribir?
En el año 2003, cuando se cumplieron 100 años del nacimiento del Tour, yo publiqué una serie de 10 pequeñas historias del Tour de Francia. Era una versión muy corta. Luego vi el concurso y, como el premio era jugoso y me apetecía seguir escribiendo, lo que hice fue ampliar esas 10 historias, buscar otras nuevas. En realidad, ya había una semilla previa, ya había escrito sobre el Tour, y lo que hice fue ampliarlo al ver la convocatoria. Luego en 2012, con Libros del K.O, añadí dos capítulos más. Más tarde cuando Amstrong confesó, reescribí su artículo. Ha sido un libro que ha estado vivo 10 años.

¿Cómo fue el proceso de creación del libro?
Este es un libro sobre todo de documentación. Búsqueda en literatura antigua, sobre todo en Francia que hay muchas cosas publicadas y en los medios de allá. Lo de los últimos años lo tengo más reciente y me permite una aproximación más personal. He vivido como espectador, he visto dos Tours y ya los conozco más de cerca.

¿Por qué elegiste el Tour y no otra carrera para dedicarle páginas?
El Tour es un poco la esencia del ciclismo. El concepto de vueltas por etapas lo inventó el Tour, concretamente periodistas con el propósito de crear una gran aventura para que los lectores compraran más ejemplares en los quioscos. Es la prueba por excelencia. Ha dado toda una gama de historias que van más allá del ciclismo: historias humanas, de traiciones, alegrías, sorpresas… vi que el Tour daba, al igual que otras carreras como la Vuelta y el Giro, material suficiente. El Tour era un filón de historias en las que había que elegir las mejores pepitas, y están ahí, no hace falta inventar nada.

¿Cuál sería el eje central de un futuro libro sobre las dos ruedas?
Realmente no me dedico a escribir sobre ciclismo, así que no estoy buscando historias ciclistas. Este año me fui a ver el muro di Sormano en Lombardia, y bueno, si encuentro una historia que me apetece la escribo. En este caso, el Muro de Sormano tiene una historia curiosa porque es una carretera construida solo para que pasaran los ciclistas en el Giro de Lombardia en los años 60. Es un muro de dos kilómetros al 17%. Estuve allí, busqué un poco la historia, y estuve en las zonas de alrededor viendo a la gente de por allí. No me dedico a eso. Si sale algo lo escribo, pero no tengo un plan concreto tampoco.




¿Por qué elegiste las historias que elegiste?
Son cronológicas, van siguiendo la historia del Tour en distintas épocas, desde el principio hasta hoy en día. Elegí las que me llamaron la atención y me parecían historias potentes. No tanto desde un punto de vista deportivo, no era una colección de hazañas de grandes deportistas, sino historias que reflejaran aspectos universales del deporte…la tragedia de que se muera un ciclista pedaleando, el caso extraño de un corredor ganador del Tour que se arrepiente de haberlo ganado porque la gente lo desprecia ya que ha ganado un poco por casualidad, eso me parece un temazo. Yo creo que es casi mi historia favorita. Entonces elijo esa porque me parece que hay un historión tremendo, quizás no sea ni el Tour más bonito, ni el más espectacular, el del año 56, el que ganó Walkowiak, pero la historia de ese hombre a mi me parece tremenda. La selección va más un poco por ahí, historias atractivas y no por méritos deportivos exclusivamente.
Claro, te da casi para hacer un libro por año el Tour. Hay miles. En el origen había esas 10 y al final hay que ir un poco seleccionando. Te fías de tu instinto, de lo que te parece llamativo, y las trabajas.

El libro llega, por obra y gracia de la nieve negra del dopaje, hasta los años 2012 y 2013 aproximadamente. ¿Crees que después de entonces ha habido alguna malandanza, fanfarronada, traición, alegría, hazaña o sorpresa en el Tour?
Todavía está demasiado cercano en el tiempo. No he visto ninguna. Tampoco es fácil si eliges una por década que sea relevante para mostrar algo. Todos los Tours son interesantes, pero una historia potente, que sea un poco distinta y que refleje alguna faceta humana un poco variada, aún no la he encontrado. Aunque como seguidor, todos los Tours me gustan. No he visto nada de actualidad para ponerme a escribir. Si más o menos sale una historia por década todavía queda mucho tiempo.

¿Qué personas te ha dado la oportunidad de conocer este libro?
El encuentro curioso fue con Peio Ruiz Cabestany, que era mi ídolo. De hecho, el libro empieza con Cabestany y Delgado pasando delante de mí en el Tour. Al escribir el libro, escribí a Peio y le mandé una foto que yo tenía de niño, en la que estaba firmándome un autógrafo en el año 86. Yo tenía 10 años. Le hablé del libro y le pregunté si querría repetir la foto 26 años después. Lo hicimos, y el contraste entre las dos fotos fue gracioso. Él vestido de Seat Orbea, trajo la misma ropa, y yo vestido de ciclista con 26 años más. Vino  a la presentación del libro en San Sebastián y luego me acompañó en bici hasta Pamplona. Ha venido alguna otra vez también, y al final yo decía de broma “he escrito un libro para poder pedalear con mi ídolo de la infancia” Casi parece que es el objetivo conseguido. Este creo que es el encuentro más curioso.




¿Cuál es el libro sobre ciclismo con el que más has disfrutado?
Hay una novelita que se llama El Ciclista (Tim Krabbe). Esa me gustó mucho. La leí hace un tiempo ya. Es un poco distinta porque es una novela y no es una biografía al uso. Varía un poco, ya que el ciclismo está más pegado a la narración de la realidad, a la biografía. Acercarse a la ficción, a la novela, me parece que no hay mucho y que en este caso lo hace muy bien además. Se ve que sabe. Sabe de bici y sabe escribir.

Un ciclista que por sí mismo mereciera, según tu criterio, un libro…
Yo solía decir siempre Luis Ocaña y al final Carlos Arribas hizo una biografía. Arribas ha tenido el instinto suficiente para saber que había una gran historia y escribirla. Está muy bien esa biografía. Por decir uno, yo diría Ocaña sí. Si no, la propia historia de Walkowiak yo creo que se podría desarrollar mucho más. Otra gran historia, el ciclista que gana un Tour y se arrepiente de haberlo ganado.

Eres de San Sebastián, has escrito un libro sobre ciclismo, otro sobre fútbol (Real Sociedad), ¿tratará tu siguiente libro deportivo sobre la Bandera de la Concha y las traineras?
No sigo mucho el remo. Tengo un amigo, el editor de Libros del K.O, Emilio Sánchez Mediavilla, que escribió un blog sobre traineras buenísimo en El País. Yo no me meto en terrenos ajenos, en algo que no controlo. Mi deporte es el ciclismo. También hice lo de la Real, pero ahí se queda, no tengo planes de escribir sobre deportes. Bueno, cuando encuentro una historia la escribo, pero no tengo un plan concreto.

¿Escribes más cómodo en castellano o en euskera?
Suelo escribir en los dos aunque principalmente en castellano. Hago reportajes en otros países, temas de viajes y así, entonces normalmente lo que hago es escribir en castellano. Tengo también la opción de escribir en euskera y publicar en los medios. Es una ventaja.

¿Qué piensas del periodismo deportivo actual y en concreto sobre el dedicado a ciclismo?
El periodismo deportivo en general tiene un problema que es una excesiva cercanía o simpatía de los periodistas con los deportistas. Parece que escriben para el club de fans muchas veces. Yo agradezco las crónicas de periodistas que puedan ser un poco críticos. Hay demasiado partidismo, y eso me parece un poco aburrido. Estaría mejor un poco más de distancia entre los periodistas y los ciclistas. Pero hay gente que escribe muy bien. De Carlos Arribas hay una cosa que me gusta, su capacidad de encontrar detalles que cuentan cosas de una carrera. Por ejemplo, ¿Por qué un ciclista decide llevar un casco de un color? Este era un caso que contaba de Mancebo. El corredor quería llevar el casco con los colores de la bandera española cuando fue campeón de España, y el director le decía que si había una caída le verían desde el helicóptero y se darían cuenta de que se había caído. Era mejor ser discreto. Cuando él está en el Tour, habla con la gente y les cuentan estas cosas. Está muy metido en la carrera y extrae cosas que yo no veo en la tele. Yo le pido eso a un periodista, que me cuente cosas que yo no he visto por la tele, y creo que eso Arribas lo hace muy bien.




Acabada esta temporada 2015, ¿cuál sería tu titular para un artículo resumen del año?
(risas) Yo no me dedico a esto. Yo destacaría la batalla entre los grandes.  Los buenos han coincidido en las vueltas por etapas. Han estado ahí Froome, Quintana, Contador, Nibali. Ha sido un año de batallas entre grandes y eso creo que lo hemos agradecido mucho.

Si te ofrecieran un trabajo dentro del mundo ciclista, ¿lo aceptarías? ¿Qué oficio te gustaría especialmente? (¡ojo! ya no tienes edad para ser ciclista)
Entonces creo que nada (risas). Yo iba a decir ciclista porque lo demás no me atrae mucho. El trabajo de mecánico, auxiliar y demás, es un trabajo muy sacrificado. Todo el año fuera. De periodista si estaría bien acompañar una vuelta como cronista. Eso siempre me ha gustado, pero me han gustado también otras cosas y nunca lo he intentado, ni he tirado por ese camino del periodismo deportivo.  Pero bueno, al ser periodista me gustaría seguirlo y contarlo. Quizás no contar las crónicas diarias sino seguir las historias que hay en la vuelta y escribir un reportaje más tranquilo y más largo, con alguna cosa que ocurriera, algún personaje o algo así.

Quiniela 2016: Podio para el Tour.
Creo que va a estar entre Froome y Quintana otra vez. Esto es un poco lo previsible. Mi apuesta tradicional sería Fromme y Quintana. Para jugármela con uno voy a decir Simon Yates como revelación. Y si tengo que hacer una apuesta extravagante digo que gana el Tour, de esta forma digo algo raro y si no acierto no pasa nada, pero si lo hago lo recordamos en julio.
1ºFroome, 2ºQuintana y 3ºSimon Yates.

Muchas gracias por charlar con nosotros Ander.
A ti, gracias, un saludo.

Entrevista a Ander Izagirre en Teledonosti

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