La retirada de Antonio Piedra

CARLOS VILLALBA GALÁN

El pasado fin de semana me crucé en Sevilla con Antonio Piedra. El momento no me permitió saludarle. Lo primero que pensé al verle caminar por la Alameda de Hércules fue que parecía recuperado de su lesión, pero al mismo tiempo, entendí que si un domingo no estaba entrenando era porque no iba a continuar en profesionales. La segunda cosa que se me vino a la cabeza fue el anonimato del que gozan en general los ciclistas. Estoy seguro de que para sus vidas privadas es mejor así, pero no pude evitar pensar que aquel que caminaba entre la gente, era el mismo que hace unos años ganó en los Lagos de Covadonga. Solo algunos grandes ciclistas tienen la posibilidad de decir lo mismo. Tuve ganas de gritar “¡Mirad es Antonio Piedra, el ciclista que ganó en Los Lagos de Covadonga!”. Obviamente no lo hice.

Este año no formarán parte del pelotón internacional corredores como Alberto Contador, Vicioso, Zubeldia, Samuel Sánchez, Losada o Jesús Hernández, pero también ha sido el año en que Antonio Piedra se ha visto obligado a colgar la bicicleta. No pude hablar con él en Sevilla, tampoco encontré en internet información sobre su retirada, así que le llamé.

¿Cómo estás?

No me puedo quejar. Para hacer vida normal bien, pero en la bici, aunque puedo montar, no puedo apretar, y correr es inviable. Tengo ciertas limitaciones, no puedo saltar ni correr a pie. De todas formas, puedo hacer vida normal y sigue mejorando. Veo evolución. Los médicos son más optimistas a largo plazo. Dicen que la inflamación de los tendones y las molestias irán disminuyendo. Podré ir entrenando pero a corto plazo no lo veo.

¿Cuándo decides no continuar?

Me di cuenta cuando me quitaron las agujas. Mejoré muchísimo. Había creado fibrosis, pero en el primer mes y medio noté muchísima mejoría. Luego, comencé de nuevo a recuperarme lentamente. Seguía en rehabilitación y me venía muy bien, pero me di cuenta de que el proceso estaba estancado otra vez. A ese ritmo era imposible que corriera en 2018. En noviembre yo ya era consciente de que era imposible competir este año. De hecho, estamos en marzo, y sigo teniendo dolores muy similares a los que tenía en diciembre. Es cierto que he mejorado, al subir y bajar escaleras ya cojeo menos, pero hay movimientos que no puedo hacer.

¿Cómo fue la comunicación al equipo?

Hasta diciembre ellos me seguían diciendo que veríamos cómo evolucionaba. Incluso me dijeron que si en enero, o febrero, me veía recuperado, volviéramos a hablar. Pero en diciembre yo ya sabía que no sería posible y se lo comuniqué al equipo. Les estoy muy agradecido por todo el apoyo que me han dado. Físicamente no podía competir, y tampoco veía bien cubrir la plaza de algún corredor. No sé si al final de temporada podré estar para correr, pero ahora mismo no lo veo. Ahora salgo a entrenar y hago 100-120 kilómetros los fines de semanas, pero no puedo forzar. Lo cargo casi todo en la pierna izquierda. Si me centro más en las dos piernas sufro. Un puerto puedo subirlo pero sin apretar. Tengo mucha limitación. Seguir como ciclista profesional no solo implica no tener dolor, sino ni siquiera tener molestias.

¿A nivel personal?

Te da pena por cómo ha sido la situación. Aunque te vas dando cuenta poco a poco afortunadamente. De golpe fue la caída y verte en una silla de ruedas, pero luego la recuperación, al haber sido lenta, hace que te vayas dando cuenta poco a poco de que no puedes seguir compitiendo. Si que ahora lo añoras. Empieza la temporada y vas viendo Challenge de Mallorca, Vuelta Andalucia, pero bueno, lo tenía asumido desde noviembre-diciembre.

¿Ante qué situación laboral se enfrenta un ciclista como tú?

Ha habido un problema considerable. El seguro, que en teoría debería haberlo cubierto todo, tenía una cláusula según la cual no te cubría en tu país de residencia. Al principio fue un problema, aunque mis padres hicieron todo lo posible para que me operaran en Sevilla. Todos los gastos de rehabilitación y demás, debería haberlo cubierto el seguro, pero con esa cláusula realmente podían no hacerlo. Ni yo ni el equipo lo sabíamos.

Cada equipo contrata el seguro que quiere y la UCI establece unos mínimos. Uno de ellos debería ser la cobertura en cualquier lugar del mundo. Además, en el país en el que más tiempo pasa el ciclista es el de residencia. Es donde pasas el 80% del tiempo ya que no solo cubre la competición sino los entrenamientos. Creo que la UCI ni siquiera habrá leído las cláusulas. Solo comprobarían que el equipo tenía seguro contratado. Esa cláusula es totalmente abusiva y está fuera de lugar. Yo cuando me he caído en anteriores ocasiones, iba a la mutua y no al hospital. Aquí debería haber sido igual. No lo he hablado con otros ciclistas pero por lo que me dijo Jorge Quintana, la mayoría de equipos WorldTour contratan con esa compañía de seguros, aunque quizás no con la misma póliza.

Después, el tema de incapacidad me lo está mirando José Rodríguez, el abogado de la ACP. En cuanto a pasar un tribunal médico no habría problemas. El problema es que el año pasado estaba cotizando en otro país. En concreto en Colombia ya que el Manzana Postobón es de allí. De cara a una incapacidad laboral, la cuestión es que lo acepten a trámite al no haber estado cotizando en España.

¿El futuro?

Ahora,  a corto plazo, presentar el proyecto de fin de carrera. Tengo plazo fijado y por lo tanto prisa. Por otro lado, buscar algo de trabajo como ingeniero aquí en Sevilla, aunque no sé si será fácil. Si no es posible, me iré fuera, ya sea al extranjero, a Madrid, o Barcelona.

Otra de las opciones que me planteó Jorge, fue continuar como director con Manzana Postobón para el calendario europeo. Pero le dije que a corto plazo no me lo planteaba. No me llama la atención la dirección como lo de ser corredor. En un futuro igual cambio de idea, porque es verdad que el mundo del ciclismo tira, pero ahora mismo me quiero centrar en la ingeniería.

Desde Ciclismo Sobre Letras hemos querido rendir este pequeño homenaje a Antonio Piedra. Deseábamos despedirnos de él como ciclista, y que él pudiera despedirse ante los aficionados. Los corredores nos regalan momentos. Antonio, entre otros, nos regaló aquella tarde en los Lagos de Covadonga que nunca olvidaremos.

¡Gracias Antonio y suerte!