miércoles, 3 de enero de 2018

Entrevista a Jonathan Lastra

CARLOS VILLALBA GALÁN


Espero a que Jonathan termine de hacer rodillo para hablar con él. Se le intuye risueño tras el teléfono. Comenzamos a hablar y me sorprende su madurez y seguridad hablando sobre sí mismo y sobre ciclismo. Al parecer, su juventud no está reñida con una cabeza bien amueblada. Precisamente su edad me inclina a preguntarle sobre temas más generales para conocer la opinión de las nuevas generaciones. En definitiva, espero que disfrutéis, como yo lo hice, de la charla que tuve con el bilbaíno.



¿Echas de menos por estas fechas el ciclocross?

La verdad es que cada vez menos. Al principio me costaba más porque venía de cliclocross, pero en carretera las temporadas son largas, terminas un poco cansado y se empieza en enero. En pretemporada lo hago entrenando. Cuando era sub 23 si tenía ansias por correr. Fue decisión del equipo, si hubiera sido por mí, igual hubiera corrido alguna. En otros países como Francia u Holanda, los corredores tienen más permiso. En sitios con mal clima, el ciclocross te salva el día de entrenamiento porque no pasas tanto frio al no haber tanta velocidad.

Tres top10 este año, ¿cuánto cuesta conseguir un top10?

Cuesta bastante. Depende de a quien se lo preguntes dirá que no (risas). Hacer top10 ya significa estar en la pelea. Incluso teniendo el nivel, no siempre puedes hacerlo. Tienes que estar en un punto muy bueno para poder hacerlo.
En Ordizia me metí en la escapada, acaba de bajar de altura, nos cogieron, y todavía tenía fuerzas para estar en el grupo de delante. Íbamos Alex y yo. Yo tenía el puntito de velocidad y me metí. En las otras dos si salimos con la idea de que si llegaba un grupo seleccionado y yo estaba, podía disputar.

¿Con qué momentos te quedas de esta temporada?

Me quedaría más con la fuga pasando por casa en País Vasco. Ordizia también me gustó mucho. Fue un alivio para el inicio de temporada. Esas dos son los momentos que elegiría. Además el día que vestí el maillot estaba al lado de mi casa.

¿Algún momento para olvidar?

El inicio fue muy duro. Me caí en Valencia dos veces, y luego tuve problemas musculares en Algarve de los que me acordaré toda la vida.



Si contamos las veces que el director te ha dicho que te metas en la fuga y por otro lado, las veces en las que te has metido, ¿cómo salen las cuentas?

No salen del todo mal. Son muchas carreras y casi siempre tenemos que pelear por la fuga. Sobre todo nos lo piden en carreras HC o World Tour. En las carreras de Europa Tour, las de nuestro nivel, nos piden más calidad. Por ejemplo, en Italia intenté hacer puesto porque confiaban en mí. En Vendée lo mismo. Las carreras en las que nos ha tocado meternos no han ido mal. Por ejemplo en Guangxi y País Vasco. Es complicado meterse en una fuga. En País Vasco sin embargo, lo difícil que es y justo ese día salió, nunca se sabe.

¿Qué diferencia hay entre las carreras UciWorldTour y el resto?

La gran diferencia es que las disputan los mejores del mundo. Pero sobre todo el ritmo es diferente. En Francia pueden ser carreras locas pero el ritmo es diferente. En WorldTour tienen esa marcheta que pueden aguantar durante muchos kilómetros, y los que no están acostumbrados se van desgastando. Al principio bien, pero con el paso de los kilómetros te vas quedando sin fuerzas y ellos siguen igual. Es lo que hay, para eso son los mejores (risas).

En tus 3 años de profesional, has ido aumentando los días de competición poco a poco, ¿el equipo quiere ir despacio contigo?

Si, el equipo lo suele hacer con todos. Los primeros años siempre menos, para ir en aumento. Vienes de amateur y te van dejando madurar. Me parece una buena idea por parte del equipo.

¿Qué diferencia hay entre el Jonathan de 2016 y el de hoy?

Hay bastantes diferencias, sobre todo en la madurez. Hay cosas de las que no te das cuenta, como la experiencia y el ritmo que te dan dos años. Al principio, con los nervios, ibas a lo loco. Atacar y atacar a lo loco. Todo a lo loco sin darte cuenta de cosas. Luego dices, a ver, por qué voy a gastar aquí fuerzas si luego las voy a necesitar. Piensas más, tienes ese punto de pausa para decir “estoy haciendo el tonto”. También andas más porque tienes más kilómetros.



¿Ya sabes qué tipo de ciclista eres tú?

Creo que tampoco sabría exactamente. Pero si que tengo un poco de velocidad, sin pasar mal la montaña. Soy un corredor de fugas. Me viene bien algo no demasiado duro y que llegue un grupito. Las clásicas de Italia, o alguna que tenga ese punto de dureza no excesiva pero que seleccione, sería mi tipo de carrera.

En diez países has corrido este año, ¿con qué viaje te quedas?

El de China y el de Argentina, por dos cosas diferentes. En Argentina, donde fuimos, me di cuenta de la vida que se lleva, vi pobreza fuera del centro y te das cuenta de lo que tenemos. Y China es el polo opuesto, mucha gente, ciudades de edificios altísimos, no se parece a lo europeo.

¿Qué te pareció el Tour de Guangxi?

Fue una organización espectacular. Para mí, quizás demasiado control, pero así son ellos. Carreteras bien asfaltadas, vallas recién puestas por toda la carrera, gente controlando. Si te digo la verdad, dudo que en el Tour haya tanta vigilancia como allí.

¿Qué te parece la idea de la Hammer Series?

A la gente le puede resultar atractivo porque no estamos 5 horas corriendo, ves salir, llegar y en dos horas lo tienes hecho. Puede ser un concepto que si la gente lo ve, y le llega, podrá crecer mucho. Para el corredor como tal no es tan atractivo. La idea que si me gustó mucho fue la crono por equipos. Salir para perseguir. Eso fue espectacular, y con eso si me quedo. Por lo vivido, son carreras cortas y explosivas que no me vienen mal, pero es verdad que los corredores de fondo en algo tan corto... Cada dos vueltas un sprint, la gente puede verlo todo y eso es interesante. Creo que la idea principal seguirá, pero quizás el tema de la puntuación tendrá que cambiar porque ni los corredores sabíamos bien cuándo se puntuaba y cómo. Se podría hacer algo más sencillo porque si no, vas perdido y no sabes por dónde te da el aire (risas).



¿Ves viable lo del mundial en Bilbao a corto plazo?

Para mí sería muy bueno, pero no sé hasta qué punto es posible. Creo que sí, porque en Euskadi en el tema de publico estamos cubiertos. Mira la Itzulia, está todo lleno de gente. Sería muy vistoso y se podría hacer duro, o menos duro.

¿Qué circuito propondrías tú?

Por ejemplo, después del rodeo habitual, el circuito podría ser bajar a Bilbao, subir a Artxanda que es misma altura pero más tendido que el Vivero, bajar Leioa, pasar por Galdaka…igual un circuito por ahí es más fácil….o quizás repetiría en el Vivero en las últimas vueltas para que sea más selectivo.

¿Qué te ha parecido la entrada de Landa en la Fundación Euskadi?

Muy bien, fue una buena noticia. Es bueno que salgan equipos, dará oportunidad a corredores de casa. No sé cuantos corredores han subido a profesionales, pero un montón de amateurs han subido y es fundamental mantener el proyecto y que siga creciendo. Si puede seguir a ProContinental mejor, y si no, mantenerse allí unos años. Lo importante es que haya equipos.

¿Qué te parece la idea de una Copa Ibérica (España-Portugal) compuesta por varias pruebas puntuables como ha propuesto Ángel Madrazo?

No lo había pensado pero la verdad es que sería muy buena idea. Aunque lo veo complicado porque no sé si se habrán llegado a plantear la idea entre los países. Creo que sería posible según la categoría, en continentales si involucras a los dos países se podría, pero que se llegue hacer es complicado.

¿Cómo se ha recibido en el Caja Rural la noticia del ascenso de los dos nuevos equipos pro continentales en España? (Euskadi Murias y Burgos BH)

Bien. Que haya equipos en la misma categoría nos viene bien a nosotros. Más te exige, y eso hace mejorar. Cuanta más cantidad mejora la calidad. Habrá más competencia y carreras más abiertas. Ahora con tres continentales pro, la carrera estará más abierta para ver quién controla. También habrá más oferta, y eso es mejor para los ciclistas.



Viendo tu cuenta de twitter se ve mucho ciclismo femenino, ¿lo sigues?

Sí, mi pareja es ciclista y lo sigo de cerca. Además entreno mucho con Eider Merino.

¿Te gustaría que el equipo Caja Rural tuviera un equipo de féminas como MovistarTeam y Euskadi Murias?

A mí me gustaría siempre. Cuantas más posibilidades tengan mejor. El Caja Rural ya tuvo hace dos años un equipo de féminas pero no era UCI. Ahora lo veo complicado pero eso depende de la directiva. Igual a Movistar le sale bien y se animan.

¿Qué pueden aportar las nuevas incorporaciones?

Con Cristian Rodríguez ya compartí equipo en amateur. Son todos corredores muy buenos. Cristian es de generales y Amezqueta un gran luchador muy bueno para fugas. Con Nelson Andrés Soto no estuvimos y Yannis Yssaad parecía majo. Al tener dos corredores rápidos luce más. Creo que han sido buenos fichajes.

¿Ves viable correr La Vuelta?

El año pasado me quedé a las puertas. Creo que este año puede ser. Dependerá de mi rendimiento. Si no me sale bien el año ni siquiera yo pediría ir, pero si la progresión sigue así, podría estar. Hay que tener en cuenta que este año hay uno menos. Ocho corredores por equipo en las grandes vueltas. Hay que tener suerte.



6 días es lo máximo que has competido, ¿cómo crees que responderías?

Si. Es verdad que considero que casi hice 11 días con Argentina y Valencia. Solo separados por el viaje. Lógicamente me costaría, sería raro que un joven se encuentre mejor en la tercera semana. Es algo que hay que vivirlo y a partir de ahí se crece.

Tercer año con Caja Rural, ¿te preocupa el futuro?

Soy una persona que cuando empieza la temporada no está pensando en eso. De cara a mitad de año, o finales, ya lo empiezo a pensar. Preocupar seriamente, tengo que decir que no. Siempre pienso en que tiene que salir bien, si no salen bien ya me empezaré a preocupar (risas).

¿Qué le vas a pedir a los Reyes Magos para 2018?

Sobre todo salud y que las lesiones me respeten. Cada uno da luego lo mejor de sí. Pero sobre todo les pediré mejorar. 



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