Hace un año descolgaba el teléfono José María para hablar conmigo. Desde entonces la vida de este exciclista amateur ha cambiado mucho. Ahora no se levanta por la mañana con la obligación de entrenar, ahora entrenar es un pasatiempo con el que disfruta. Aun así, esa rutina era ilusión al comenzar la temporada pasada con el Aldro Team de Manolo Saiz. La ilusión no aguantó hasta este año, pero una vez pasado el gran bache, afronta con ganas la nueva vida que se le presenta por delante. La bici ya no es la herramienta de trabajo sino la compañera para salir a divertirse. Hemos querido volver a hablar con él para profundizar más en lo que ha vivido en este último año.
Hace un año estabas muy ilusionado hablándome sobre tu nuevo
proyecto (Aldro Team), ¿en qué momento de la temporada comienzas a perder la
ilusión?
La ilusión la he mantenido todo el año. Todo ha sido al
comenzar esta temporada. La temporada que acaba de terminar la terminé un poco
saturado de cabeza. Todo el año corriendo, cuidándome mucho, dándole mucha importancia
al tema del peso… para estar tan delgado todo el año hay que hacer mucho
sacrificio, y en mi caso, tenía que pasar hambre para estar así. Al empezar la
temporada no comencé con las mismas ganas y empezando así, todo cuesta tres
veces más. Subí a la primera concentración sin las ganas de otros años cuando siempre
a la primera vas con mucha ilusión. Al bajar lo hablé con mis padres y tomé la
decisión.
En 2015, con el Caja Rural, también estuviste a punto de
dejar la bicicleta, ¿era algo que venías arrastrando desde entonces?
Aquello fue un bache. Cuando te vienen mal las cosas lo ves todo
negro y solo piensas en tirar la toalla. Fue un impulso del momento. Además, fue
a mitad de año. Pero esta vez ha sido al empezar el año, y empezar sin ganas…imagina
en mayo y verano.
¿A qué sacrificios y exigencias te referías cuando hiciste
pública la noticia?
Sobre todo fue el tema del peso. En el equipo te exigían un
peso para empezar a correr y yo sabía que con la motivación que tenía no iba a
llegar a ese peso en todo el año. Es muy sacrificado y he preferido dedicarme a
otra cosa, tener la bici como un hobbie y no hacer los sacrificios que tenía
que hacer.
¿Qué te decía Javier Ramírez Abeja sobre esto del sacrificio,
cosa que él vivió?
Él me dijo que si al empezar no tenía ganas lo mejor era tomarme
la bicicleta de otra manera. Que era yo mismo quien tenía que decidir si seguir
o parar.
Campbell Flakemore, excorredor australiano que corrió en el
BMC, dejó el ciclismo siendo ya profesional por no adaptarse a las exigencias
de este deporte, ¿qué piensas de la decisión que tomó él?
Es diferente. Él tenía contrato y seguro que fue una
decisión que le costaría tomar. Yo lo que tenía claro es que no iba a seguir
así ni siquiera si el día de mañana pasaba a profesionales. A mí no me
compensaban los sacrificios por cobrar un sueldo. Cuidarte, entrenos…vives solo
para la bicicleta, vida social no tienes ninguna. No me arrepiento de nada de
lo que he hecho, ahora es un hobbie y tengo la vida social que no he tenido en los
últimos seis años.
Hablando con Victor de la Parte, me comentaba que a Unzue no
le gusta hacer muchas concentraciones para no quemar al ciclista, ¿qué te
parece ese modelo de concentraciones?
Eso fue otra de las cosas.
Mi casa la he pisado muy poco este año pasado. A nivel amateur, casi
todas las carreras son en el norte y los ciclistas que somos del sur lo tenemos
más complicado. Las carreras son allí y los fines de semana. No puedes bajar
entre semana a tu casa. Tienes que vivir en el norte. Estás lejos de tu familia
mucho tiempo. Para un profesional es diferente porque vive en su casa, va a
correr y puede volver a su casa. En amateur no es así, como todo es en el norte
tienes que estar mucho tiempo fuera de casa.
¿Qué hubiera ocurrido si hubieras estado en un equipo de
Sevilla?
Hubiera sido muy diferente. Eso me recuerda a la época de
juveniles. Corrías y volvías a tu casa. Llevas una vida normal aunque tengas
sacrificios. Pero estando fuera es muy diferente.
¿A qué presiones está sometido un amateur?
La máxima presión de un ciclista amateur es él mismo. Van pasando
los años y cada año que pasa es más difícil pasar a profesionales. Nosotros
mismos nos ejercemos esa presión. Ves que hay gente de tu edad o más joven que
tú que pasa a profesionales. Los 4 años de sub23 van pasando sin que te des
cuenta y cada vez es más difícil.
¿Llega a existir en amateur competencia dentro de los mismos
equipos?
Si te digo la verdad, dentro de todos los equipos hay
rivalidad. Todo el mundo busca dar el salto. Aunque los equipos son equipos y trabaja
todos juntos, luego cada uno busca su resultado. Después, el ciclista que pase
no se va a acordar del ciclista que le ayudó y que no ha pasado. En profesionales
creo que es diferente porque funciona como una empresa. Cobras un sueldo y
haces lo que te dicen. En amateur también, pero siempre buscas tu propio
resultado porque el paso lo tienes que dar tú, no te lo va a regalar nadie. Al
final va a pasar el que más carreras haya ganado.
¿Qué cosas hiciste que no te gustó hacer?
He estado corriendo en bici porque me ha gustado. Y todo lo
que he hecho lo he hecho por gusto. Siempre es duro, pero no me ha importado
hacer nada de lo que he hecho. Ha sido este año cuando he visto que no tenía
las ganas ni la motivación y he parado.
Si el día de mañana fueras director deportivo de un equipo
amateur, ¿qué no le pedirías a un ciclista?
No le presionaría. Creo que con presión es como salen peor las
cosas. El propio corredor, sobre todo en amateur, se presiona. El que quiere
ser ciclista, él mismo se va a presionar, y el que no lo quiera ser, va a pasar
de todo.
¿Qué podría haber hecho que continuaras?
Seguramente Manolo Saiz va a sacar equipo profesional, pero
yo tenía claro que aunque lo sacará y suponiendo que yo tuviera la oportunidad
de estar ahí y ser profesional el día de mañana, no me vale la pena todo el
sacrificio que conlleva eso por cobrar un sueldo. En las mismas condiciones que
este año no hubiera seguido aunque hubiera hecho una muy buena temporada.
¿Te fue difícil comunicárselo al equipo?
Al bajar de la concentración lo comenté con mis padres. Después
se lo comenté Javier Ramírez Abeja porque es la persona que más me ha ayudado
desde pequeño y creo que se lo tenía que decir antes que a nadie para ver qué opinaba.
Luego llamé a David Etxebarria y a Manolo Saiz. Ellos me dijeron que debía ser
yo el que decidiera. Si no tenía ganas de empezar era mejor que parara. Si
empiezas sin ganas, a mitad de año vas a tener menos ganas aun y un elite tiene
que empezar fuerte.
Sinceramente, me costó más contárselo a la gente cercana que
al propio equipo. Mis padres ya veían que no tenía ganas. Al contárselo a Abeja
si me dio más cosa. Me conocen desde pequeño y al final al equipo los conoces
tan solo de un año y no me costó tanto.
Manolo ya me dijo en la concentración que no me veía muy motivado
este año. Le dije que sí en ese momento pero luego cuando le llamé para
contarle la noticia, creo que no se lo esperaba. No lo sé pero eso intuí de la
conversación. Me dijo que si era mi decisión, era mejor parar. Preferí decirlo
con tiempo antes de que me dieran ropa y todo lo necesario para correr. Hacer dos
carreras y decirlo después no tenía sentido. Prefería acabar bien con ellos.
¿Qué has aprendido en 2016?
La disciplina. Manolo Saiz es muy severo y se aprende mucha
disciplina con él. Eso me va a servir para la vida. Nosotros para él somos
profesionales aunque no cobremos. Él quiere que seamos profesionales, por lo
tanto, te exige igual que a un profesional. Lo que quiere es formar ciclistas
profesionales. Hay gente que lleva esa exigencia mejor que otra.
¿Te sientes extraño al comenzar un año en el que no vas a
competir?
No me arrepiento de nada de lo que he decidido. Ahora estoy
disfrutando mucho más. Ahora la bici es un hobbie y voy a correr maratones de
mountain bike. Es verdad que me siento un poco extraño porque todos los años he
hecho lo mismo. Aunque sigo saliendo en bici casi todos los días. De momento no
estoy trabajando así que monto bastante, en cuanto encuentre un trabajo, todo
cambiará y la bici tendré que cogerla menos. La vida ahora es completamente
diferente. Antes era entrenar y descansar. Ahora puedo quedar con los amigos y
tener vida social.
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