David de la Fuente acaba de fichar por el Sporting-Tavira. Sigue en Portugal después de haber pasado por Turquía, de haber estado vestido de lunares en Francia, después de haber ayudado a Cobo a ganar una vuelta a España y después de haber estado ayudando a Alberto Contador. Es un gregario convencido que disfruta de los éxitos de sus equipos casi más que de los propios.
Cuéntanos cómo fue tu paso a profesionales con el Vini
Caldirola.
He estado sobre todo vinculado a Matxin, director que he tenido casi media vida. Cuando yo era juvenil él quería que yo estuviera en amateur con ellos. Tuvo la oportunidad de dirigir un equipo profesional, el Vini Caldirola, llevando un corredor con él, y ese corredor fui yo. Pensó que podría funcionar y decidió llevarme. Fue mi oportunidad de pasar a profesional, y donde vi destellos de lo que podía hacer.
He estado sobre todo vinculado a Matxin, director que he tenido casi media vida. Cuando yo era juvenil él quería que yo estuviera en amateur con ellos. Tuvo la oportunidad de dirigir un equipo profesional, el Vini Caldirola, llevando un corredor con él, y ese corredor fui yo. Pensó que podría funcionar y decidió llevarme. Fue mi oportunidad de pasar a profesional, y donde vi destellos de lo que podía hacer.
Has estado ligado con el equipo Saunier-Duval durante 7
años, ¿qué ha significado para ti este equipo?
Los mejores años como ciclista los he pasado allí. He podido
estar deportivamente mejor o peor pero en cuanto a trabajo, diversión y todo, han
sido los mejores momentos de mi carrera. Saunier-Duval tuvo confianza
continuada en mí.
¿Qué te aportaba Joxean Fernández Matxin?
Sobre todo mucha confianza y libertad. Yo era un ciclista
que entrenaba sin objetivos claros. Cuando andaba bien pues bienvenido. Nunca
me presionaba, ni me decía cuándo tenía que estar bien. Él sabía cómo era yo.
Tengo asma. Los periodos de alergias son un poco malos para mí, y a partir de
mayo suelo funcionar mejor. No tenía presión y al final todo acababa llegando. Eso
ha sido lo más positivo que tenía con él. No me exigía nada ni me presionaba en
ningún momento. Sin presiones, era como mejor funcionaba.
¿Qué recuerdos tienes
del Tour 2006? ¿Qué sintió un cántabro vestido de lunares en Francia?
Lo primero no te lo crees. El Tour es lo que es. Hay muchos
medios, pero a mí no se me acercaba nadie el primer día que llegué. A los tres
días todo cambió. Me puse líder de la montaña y todo el mundo venía a buscarme.
Es lo que tiene el Tour, que todo lo que hagas allí es la ostia, se engrandece
mucho más. Yo estaba en ese momento que no entraba por las puertas (risas).
¿Cuál ha sido tu mejor año como profesional?
Mi mejor año, en cuanto a regularidad y en cuanto a todo, ha
sido el 2009. El año 2006 fue el despegar, creerte que puedes aspirar a más
cosas, que vales…aunque no dejaba de tener 25 años. Una cosa positiva de la
temporada de 2007 es que estuve escapado y me sirvió para colocarme tercero en
la general del Tour, pero teniendo en cuenta el Tour, 2006 y 2008 fueron
mejores. Pero en general, 2009 fue un año muy positivo. Estuve regular, delante
en todas las carreras y siempre escapado. A parte de tener resultados, siempre
estaba escapado. No soy un tío de ganar carreras pero bueno, una al año siempre
solía ganar. Estuve como líder de la montaña y bastante adelante. En esos Tour
iba a disfrutar, a ver lo qué salía, no como en 2010 que fui a currar.
¿Qué supuso para ti ganar el Gran Premio de Llodio compartiendo palmarés con Pello Ruiz, Ángel Vicioso o Samuel Sánchez?
¿Qué supuso para ti ganar el Gran Premio de Llodio compartiendo palmarés con Pello Ruiz, Ángel Vicioso o Samuel Sánchez?
Es una carrera que todos los años se me ha dado bastante
bien. Me gustaba por el recorrido y todo. Fue una alegría porque cuando estás
en una carrera que te gusta, además llegas y ganas pues…qué te voy a decir.
¿Cómo recuerdas tu victoria en Alemania?
La victoria en Alemania es de las más emotivas para mí. Después
del Tour de 2008 estábamos en un momento más complicado. Fue muy especial, por
la forma en que gané y por todo. Las carreras que acaban en un repecho, en
momentos en los que estoy bien, se me dan bien. Es quizás de las que mejor
recuerdo tengo. En Llodio llegué solo y ganas creyéndote que vas a ganar. En
Alemania fue casi como un sprint, de golpe, no te lo esperas. Llegas y ganas.
Esa adrenalina es totalmente diferente.
Aunque si hablamos de palmarés, en el Gran Premio Miguel
Indurain tu nombre aparece junto a los de Joaquin Rodriguez, Alejandro Valverde
o Daniel Moreno, ¿cómo le ganaste la partida a Aleksandr Kolobnev y Fabian
Wegmann?
Fue muy especial. Ese día tuve el día, no me lo esperaba
para nada. El día antes llegamos tarde, cogí la bici, fuimos a ver el circuito
y los chicos de allí me enseñaron como era el final. Iba mentalizado para hacerlo
bien, pero bueno, de ahí a ganar…nunca te lo esperas. Ese año había un gran
nivel la verdad. Una gran carrera con un repecho final que es durísimo. Fue
tener el día, aprovechar las fuerzas al milímetro y arrancar en el momento
justo.
Dejaste el equipo (Saunier Duval-Fuji Servetto) para
integrar en las filas del Astana en 2010. El equipo kazajo estaba en pleno
proceso de transformación, ¿qué esperaba la escuadra de ti?
Cuando fiché, la única idea era ayudar a Alberto y ayudar a
Alberto, no había más. Esa era la función, para eso me fichaban. De hecho, yo
fui de la mano de Alberto. Fue un año difícil para mí porque a pesar de empezar
muy bien todo se torció. Debido a unas plantillas que me hice nuevas me
fastidié la rodilla y estuve casi todo el año sin levantar cabeza. La rodilla
me dolía mucho, no encontraba la forma de pisar y que no me doliera, se me
quedaba la pierna derecha cada vez con menos masa muscular, se me había
desgastado el cartílago, bueno, estaba eliminado de cabeza. Fue un año muy
complicado y siempre digo que en mi carrera, aquel año fue un antes y un
después. Me marcó mucho, tanto lo positivo que suponía entrar en el Astana como
lo negro que se me puso. El inicio de temporada fue muy bueno, con una Vuelta
al Algarve donde estaba que me salía y todos encantados conmigo. Luego de
golpe, el último día en la crono ni siquiera salí porque no podía pisar. Desde
entonces todo fueron problemas y más problemas. Vas a un médico y a otro, uno
dice una cosa el otro dice otra, y no sabes dónde ir. Lo que tendría que haber sido
el mejor año de mi vida, finalmente es casi del que peor recuerdo tengo.
Sin embargo, fue una buena temporada para el equipo: Tour de
Francia, Paris-Nice, Liège-Bastogne-Liège, Vuelta al Algarve, etc.
Yo estuve ahí, estuve en el Tour y en el Algarve, donde
hasta el día de la crono todo perfecto. En el Tour la rodilla no me dejo rendir
al 100% porque me seguía molestando. Cuando hay problemas por medio ya uno no
va igual.
En alguna entrevista has afirmado que te gustaba mucho como
ciclista Aleksandr Vinókurov, ¿cómo fue tu experiencia de compartir equipo con
él en 2010?
Vinókourov para mi es de los ciclistas con más clase. Yo lo
he admirado mucho. Era especial y diferente. Cuando no compartes el mismo
idioma, hace más especial la relación. No podía entenderme con él. No es como
con Alberto, con quien podía hablar normalmente. Es diferente. Ese año me gustó
mucho porque también estaba Pereiro, otro ganador del Tour, estaba Alberto, estaba Vinókourov, estaba rodeado de
muchas estrellas por así decirlo. En ese aspecto muy bien.
En 2011 vuelves al equipo que te vio crecer como ciclista y
tienes de compañeros a Juanjo Cobo, quien ganó La Vuelta a España, y grandes
nombres como Carlos Sastre o Denis Menchov, ¿cómo fue aquella temporada?
Esa temporada teníamos un equipazo en cuanto a nombres la
verdad. Era como volver a casa, como volver a Saunier. Con la única diferencia
de que éramos pocos españoles. Este era un proyecto mucho más grande, más
internacional, pero en el equipo de siempre, en el de casa. Pero los resultados
no llegaban y costó un poco. A mitad de temporada ya fuimos mucho mejor. Si en
2010 acabamos de ver que me fue muy mal, 2011 fue otro de los mejores momentos
como ciclista que he vivido. Pude ver cómo se gana una Vuelta a España. Aunque
el año anterior había visto cómo se ganaba el Tour, fue totalmente diferente a
la forma en la que ganamos la Vuelta a España. Mucho más familiar, mucho más
todo, además con alguien de casa. Como experiencia, de lo más bonito, superando
incluso a momentos propios. Lo viví casi como si la hubiera ganado yo. Estábamos
todos los días viviéndola al 200%. Parece mentira, pero a veces, cuando no es
tu resultado propio, uno es capaz de disfrutarlo tanto o más que cuando uno
mismo gana. Algunas veces los resultados colectivos se pueden disfrutar muy
intensamente.
En La Vuelta 2011, en la Farrapona, dejaste pasar la oportunidad de ganar la etapa para ayudar a Cobo. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿qué harías de nuevo en esa situación?
Conociéndome como persona que soy, sé que lo volvería a
hacer. ¿Me arrepiento o no? Pensándolo en frío igual no lo haría, porque al
final el que se va a marchar del ciclismo sin ganar una etapa en La Vuelta a
España voy a ser yo. Tal y como me ha tratado al final el ciclismo…Igual si
hubiera ganado la etapa podría haber cambado un poco. Pero te repito que si
estuviera otra vez en esa situación, volvería a parar una, y cincuenta veces
más.
En Caja Rural se te otorga a tu llegada el rol de líder, ¿es
difícil asumir ese nuevo papel después de tu trayectoria como gregario? ¿Cómo
debe cambiar la cabeza del ciclista para asumir este puesto?
Con el Caja-Rural fiché tarde y venía de un invierno muy
duro. Después de vivir uno de los mejores momentos como ciclista profesional,
me vi en la situación de que no tenía equipo y tenía que buscarlo en diciembre.
No encontraba nada y acabé, por suerte, entrando en Caja-Rural. Llegué como
líder y la obligación de disputar. Yo soy un corredor que no soy contrarrelojista.
Antes hablaba de Matxin, que no me metía presión, porque bajo presión me podía
joder por así decirlo. En Caja-Rural si tuve esa presión de tener que hacerlo
bien. En Cataluña, País Vasco, vueltas que coinciden con épocas muy malas para
los alérgicos. Se sumaron muchas cosas que al final me afectaron
psicológicamente. Cuando tenía que estar fino estaba gordo, piensas que estás
haciendo las cosas bien y no las estás haciendo, son muchas cosas que luego con
el tiempo consigues ver pero que en el momento, por los nervios, no lo enfocas
de la misma manera.
Hay gente que ese rol lo asimila sin problemas. Yo sin
embargo pienso que no soy un líder. Ahora mismo, en mi época de Portugal lo
primero que he comentado a los dos equipos, es que yo no soy un hombre de
general. Yo soy un corredor que te puede ganar carreras, tanto escapado como en
determinados momentos, pero no soy un corredor para ganar una vuelta grande, y
mucho menos si hay una contrarreloj. Tengo asumido esto, y si tengo presión voy
a andar menos de lo que puedo. El porqué no lo sé, pero eso me supera.
¿Cómo fue tu aventura turca en el Torku Sekerspor? ¿Cómo fue
ganar en China la etapa de la Vuelta al lago Qinghai?
En Turquía muy cómodo. Estuve bien ambos años. La única pega
es que el primer año corrí poco y el segundo menos aún. Sobre todo por temas de
patrocinio, ellos preferían que corrieran más los turcos y a los extranjeros
los tenían para correr la Vuelta a Turquía y poco más. Llega un momento en que corres
17 días de competición al año y es como no correr. Al final, cambié de equipo
por eso. Aunque allí estaba muy cómodo. Aquello era como una familia.
De lo que te sirve correr en equipos como este de Turquía es
que por ejemplo vas a correr a sitios como China. Esa Vuelta es la leche. Son catorce
días, llegando a más de 4.000 metros de altitud. Es una Vuelta en la que estás
corriendo siempre entre los 2.000 metros y los 4.000. Es muy dura y van equipos
buenos. Lo único es que está en el otro lado del mundo, no es el ciclismo de
primera, y está un poco apartado. Es una carrera de la que me alegro de haber
podido disputarla por ver otro ciclismo. Además, no tiene tanto que envidiar. Como
estás en China es diferente, pero es una carrera 2HC, que es de lo más, lo que
viene después de ProTour. Son carreras de mucho nivel.
Llegamos a 2015 y a Portugal. Principal objetivo del Efapel La Vuelta a Portugal. Acabáis segundo (Joni Brandão) y tercero (Alejandro Marque), además de una etapa con Filipe Cardoso, ¿qué valoración haces del equipo en la Volta y qué sensaciones has tenido a nivel personal?
Llegamos a 2015 y a Portugal. Principal objetivo del Efapel La Vuelta a Portugal. Acabáis segundo (Joni Brandão) y tercero (Alejandro Marque), además de una etapa con Filipe Cardoso, ¿qué valoración haces del equipo en la Volta y qué sensaciones has tenido a nivel personal?
No soy un hombre de general y sabía que iba a La Vuelta a
Portugal a trabajar. Además, con un tío como Marque, que es buenísimo…yo iba a
la vuelta a trabajar para él en primer lugar. Por suerte, yo ya había ganado
carreras este año y ya no me era tan importante tener que hacerlo bien en lo
personal, sino trabajar para el equipo. Así fue, el equipo muy contento. Pero
allí a veces solo vale ganar, y parece que no valoran el haber hecho segundo y tercero
de la general. Todo el mundo quiere ganar esa vuelta, y hacer segundo y tercero
no está nada mal.
¿Qué ha supuesto para ti y para el equipo la victoria de
etapa en el Trofeo Joaquim Agostinho?
Bien, al final estas son cosas que sacas para lo personal.
Te alegras, ya que llevaba casi dos años en Turquía que no competía. Vine a Portugal
para competir más, de hecho, he competido mucho más, casi cada semana. Lo bueno
del calendario portugués es que tiene competiciones muy frecuentes, y volví a
recuperar mi nivel. Me he vuelto a encontrar a mí mismo. Ganas, pero no se te
valora en el equipo.
¿Te has encontrado bien este año a pesar de la falta de
competición sufrida en Turquía?
Este año muy contento. Después de unos años sin competición,
y no ver mi nivel, he vuelto a sentir que puedo ser de nuevo competitivo y
estar ahí.
¿Cómo has vivido las participaciones en pruebas españolas
este año?
En España solo corrí Ordizia, donde me fue mal e hice el 20.
Las otras carreras eran en fechas donde suelo tener problemas de alergia y me
cuesta muchísimo más. De hecho, a Castilla y León no fui porque estaba bastante
fastidiado. Estuve en Madrid ayudando a Diego Rubio que hizo segundo.
¿Cuáles son tus primeras sensaciones tras hacerse público tu
fichaje por el Sporting-Tavira? ¿Sabes algo de la planificación 2016 o aún es
pronto?
He firmado anoche, ha sido todo muy rápido. Llevaba tiempo
hablándolo pero he firmado anoche. Bueno, y con ellos hablas del fichaje pero
no hablas de muchísimas cosas más. En cuanto a planificación solo sé algunas
cosas. Vamos a empezar en Algarve, también en España en Castilla y León y
otras, pero para ellos lo más importante es el calendario de Portugal. Alguna
otra cosa me comentaron por el extranjero. Ha sido todo muy rápido y de momento
poco más puedo contar.
No quería acabar la entrevista sin preguntarte por el futuro
del ciclismo español. En concreto, ¿qué opinas del ALDRO Team, el nuevo equipo
de Manolo Saiz? ¿Qué crees que supondrá para Cantabria y el ciclismo nacional?
El ciclismo, tanto amateur como profesional está bajando
mucho, y el que entre gente nueva, y nuevos patrocinadores que apuesten por el
ciclismo es bueno. Es un equipo con una estructura fuerte, bien hecho, una
buena imagen, es muy positivo. Parece que es un equipo que viene para quedarse.
Es una oportunidad para muchos jóvenes en un momento en el que está complicado.
Una oportunidad para que no tengan que dejarlo antes de tiempo. Para el
ciclismo cántabro es una opción más y es más que perfecto. Que den guerra y que
se oiga el nombre de Cantabria por todos lados.
Victoria en Trofeo Joaquim Agostinho
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